lunes, 26 de agosto de 2013

Capitulo 25

Una Chica Al Descubierto
Yago Muñoz y Macarena Achaga

Ahora sí te pasaste Yago.

Maca:¿Que? ¿Que estas haciendo?. -pregunte incrédula-
Yago:¿Te molesta?.
Maca:Mas que eso, me incomoda. ¿Por que lo haces? Creí que estabas molesto.
Yago:Fue solo la calentura del momento, no te puedo obligar a hacer algo que no quieres. Si besarte con José te hace feliz, yo también lo estaré. -hablo con una sonrisa, pero el tono de su voz resultaba melancólico-
Maca:Bien. ¿Pero a que se deben tantas caricias?.
Yago:Oh, es que...yo... -tartamudeo el-
Maca:¿Y bien?.

*/Por Otro Lado Yago/*

¡Joder! ¡El maldito libro no esta funcionando! Sabia, lo sabia desde un principio. Desde que conozco a Macarena se que nunca le a gustado ser el centro de atención, ni mucho menos los halagos.
Pero no, el maldito pedazo de hojas que compre dice que «Haga sentir a esa persona especial, no existe mejor forma que los halagos. El/Ella pensara que le importa con tan solo usar palabras dulces y sinceras« ¡Idiota! ¡Idiota! ¡Idiota! ¿Pero que estaba pensando? ¿Y ahora? ¿Que le diré?.

''Oh Macarena, compre un estúpido libro por que nuestra relación de amigos me confunde y la quiero mejorar. ¿Te parece si vamos al mar para que veas como me tiro a el y me ahogo'' No, eso nunca.

Maca:¿No tienes nada que decir Yago?.
Yago:Lo siento Maca. - dije, apartando mis manos de su cintura. Luego estas pasaron a mi nuca para rascarla con nerviosismo- Solo que...Te quiero amiga, si, eso. -y entonces de un rápido movimiento la envolví entre mis brazos para abrazarla-
Maca:¿Seguro? Creo que me estas mintiendo. -dijo ella. Yo decidí separarme un poco para mirarla a la cara, entonces acaricie su mejilla con la yema de mis dedos- ¿Sabes?, yo... -ella dejo las frases al aire, ya que, esa estúpida voz de la persona mas imbécil del mundo la interrumpió-
-¡Hey! Como que están los dos muy juntitos, ¿no?. -gritaron acercándose a nosotros-
Maca/Yago:José... -murmuramos los dos al mismo tiempo. Nuestras caras se adornaban con una mueca-
José:Creo que están demasiado juntos. -dijo poniéndose entre medio de los dos para separarnos. Esta frente mio y le daba la espalda a Macarena como un ''escudo''-

Entonces esa fue la gota que derramo el vaso.

Yago:¿Sabes que José? Tienes razón, estamos demasiado juntos. Nos vemos luego Macarena, claro si se puede. -trate de sonar normal, pero se escucho lo mal de gana que lo dije. Luego me perdí de vista por el pasillo entre mis demás compañeros.

Ahora una sola cosa ocupa mi mente en estos momentos: Fui un idiota al haber gastado ese dinero en el maldito libro.

*/Por Otro Lado Maca/*

Maca:¿Que carajos fue eso José?. -pregunte molesta en un susurro a mi...novio-
José:¿Que? Me molesto mucho verlos así de juntos. -dijo mientras se encogía de hombros-
Maca:Es mi mejor amigo, lo trataste muy mal. -fruncí el ceño me cruce de brazos-
José:El para mi es la persona que mas odio. Lo siento, pero me molesto. Me tengo que ir. -hablo y planto un delicado beso con sus labios en la punta de mi nariz- Te quiero, no lo olvides. Adiós. -dijo y luego se perdió en el pasillo entre los demás compañeros-

Genial. Voy empezando la mañana y ya tengo dos asuntos en los cuales pensar. El primero, Yago. El segundo, José. ¿Por que mi mejor amigo se comporto de esa forma? Se que me quiere, y el sentimiento es mutuo, pero el sabe que odio los cumplidos, ya que, siento que me miente al decirme «Linda, guapa, hermosa« por que verdaderamente no me encuentro a mi de esa forma. Pero en fin, solo espero que no se vuelva a repetir, creo que ya no debo preocuparme por ese tema.
Me molesto mucho también que José se portara de esa forma. ¿Pero saben que? No importa, igualmente tal vez si molesta un poco ver a tu novia con tu enemigo...Los dos son igual de infantiles.

Cerré mi casillero de mala gana pero sin azotarlo, me encamine al pasillo que daba a la aula con el Numero ''2'' grabado en cima de el, esa era mi siguiente clase. Mientras caminaba note como todos mis compañeros se pegaban en las paredes como si quisieran escapar de algo, en este caso creo que era...¿yo?. No lo sé, pero así parece. Murmuran cosas entre ellos mientras me miran y se alejan tratando de no tocarme ni un pelo; parezco un fenómeno, supongo. ¿Por que sera? ¿Es el día del loco? ¿Acaso un idiota contó algún chisme malo y falso sobre mi? Ellos son los idiotas por creerlo.

Es una completa salvación cuando por fin llego al salón correspondiente. ¿Y adivinen que? Curiosamente me pasa lo mismo que hace un momento en el pasillo. ¿Que le pasa a esta gente? Afortunadamente Paulina queda en esta clase, ella siempre se entera de todo lo que pasa en el colegio, y dudo que esta sea la excepción.

Maca:Hola Paulina. -dije mientras me sentaba a su lado en la penúltima mesa, de la fila dos-
Paulina:Hola.
Maca:Oye... ¿Sabes que le pasa a todo el mundo?. -pregunte incrédula-
Paulina:¿A que te refieres?.
Maca:Es extraño, ya que, afuera en el pasillo todos se alejaban de mi como si fuera un bicho raro. ¿Tu que crees que pase?.
Paulina:Ah, eso... Pues por lo que escuche, todos hablan de que tu andas con ese chico rudo. ¿Como se llama? Creo que José. ¿Es cierto?.
Maca:Si... -dije apenada. ¿Por que? No lo sé- Pero aun no me explico el por que de su comportamiento.
Paulina:Todos en este colegio son unos estúpidos, creen que si te hacen algo o te tratan mal, tu novio podría hacerles algo malo. Como todos lo conocen tiene fama de ser peligroso. -dijo encogiéndose de hombros-
Maca:No lo puedo creer... La sociedad en una idiota. -dicho esto Paulina solo asintió con la cabeza, ya que, la Profesora había llegado al aula-

Después de varias clases donde el aburrimiento, cansancio y sueño me consumían lentamente... Pude ir a casa, hoy teníamos muchas cosas que hacer, ya que, mi prima volvía a su hogar. Mis padres deben arreglar el pasaporte del avión, obligar a Jennete hacer sus maletas y llamar a los abuelos para avisarles de su regreso, entre otras cosas. Así que cuando llegue la casa estará echa un desastre, supongo.

Curiosamente no es así, todo esta ordenado y creo ver pequeñas centellas de tan limpio que esta la morada en donde vivo. Encuentro una nota sobre la mesa de la cocina, la tomo entre mis manos y la leo.

«Macarena, tu padre y yo salimos a comprar la despensa con Santiago y Jennete. Volveremos a la casa dentro de unas horas. Deje comida en el refrigerador»

Genial. Verdaderamente en estos momentos no tengo ganas de hablar con nadie. Por alguna u otra razón necesito estar sola, eso me hace bien. Camino con pasos pesados hacia mi habitación, al llegar tiro la mochila algún lugar, no paro a revisar donde cayo, y caigo cansada a la cama.

10 segundos de paz es lo único que puedo tener antes que algún idiota llame a mi celular.

**Conversación Telefónica**

Maca:¿Hola? ¿Si? ¿Quien es el idiota que interrumpe mi momento de paz?. -dije de mala gana-
-Tu idiota favorito...
Maca:Ah, Yago... ¿Que pasa?
Yago:Te quería preguntar si mañana estabas libre...
Maca:Depende. ¿Como a que hora?
Yago:No lo sé, por la tarde, un poco después del colegio.
Maca:Pues creo que si. ¿Por que?
Yago:Necesito que mañana vengas conmigo al parque, es de suma importancia.
Maca:Bueno, si tu lo dices.
Yago:Bien, solo eso. Hasta luego. -dicho esto él colgó sin dejar despedirme-

**Fin de La Conversación Telefónica**

¿Qué querrá Yago ahora? No lo sé. ¿Y adivinen? No me preocupare, necesito aprender hacer más relajada y tomar las cosas con tranquilidad. Dejare de preocuparme por asuntos insignificantes.

~§~§~§~§~§~

MdM:¿Segura que tienes todo? -pregunto mi madre a Jennete por décima vez-
Jennete:Sí tía, tengo todo. -respondí, fastidiada-
MdM:Bien, bien. Lo siento. Iré a platicar con tú padre, Macarena. Las dejó solas. -dicho esto fue con papá que compraba los boletos para el vuelo de Jennete-

Debo decir que este momento es una de los más incómodos de mi vida. Los últimos días no había mejorado la relación que tenía con mi prima, tanto, que ni siquiera llegábamos a dirigirnos la palabra. No me gustaba. Sobre todo por que ella había cambiado y tenía las mejores intenciones conmigo. Debo arreglarlo, aunque tenga que tragarme el estúpido orgullo.

Maca:Y... ¿Disfrutaste estar aquí?
Jennete:¿Eh? Sí, sí... Me gusto mucho.
Maca:Bien, y... ¿Te despediste de Yago?
Jennete:Sí, en la tarde fuimos a un café y ahí hablamos. -respondió, sonriendo-
Maca:Me alegra.

Volvió un incómodo momento de cinco segundos. Fue ahí, cuando estalle, literalmente.

Maca:Lo siento, ¿sí? Nunca debí de haberte tratado de esa manera, pero que te besaras con Yago me molesto mucho. A veces actuó sin pensar pero es por que soy estúpida. No quiero estar mal contigo... ¿Me perdonas?
Jennete se quedó perpleja, me imagino que nunca creyó oír esto.

Jennete:Lo del beso... ¿Tú lo sabias?
Maca:Sí...
Jennete:¡Ay no! Aquí la que debería disculparse soy yo, lo siento mucho sí te molesto, pero... -dijo ella. Yo la interrumpí-
Maca:Ya. Tú lo sientes. Yo lo siento. Nos perdonamos. Y listo. -dicho esto sonreí y abrase a mi prima. Una voz nos interrumpió. Era mi padre.
PdM:Jennete, cariño. Tú vuelo está a punto de salir. Es hora de que te vallas.

Ella asintio y regio una de sus maletas, Jennete estaba dispuesta a tomar la otra pero yo la detuve y me colgué esa mochila al hombro. Caminamos hacia la fila para tomar el avión, cuando llegó el turno de Jennete lo último que escuché fue:

Jennete:¡Ah! ¡Y Macarena! -grito captando mi atención- ¡Suerte con Yago! -y sin más decir la vi perderse entre los demás pasajeros-

¿Suerte con Yago?

~§~§~§~§~

Yago:Haber Macarena. ¿Me puedes por que llegaste tarde? ¡Yo te cité primero que ese idiota! Debías cumplir con el compromiso.
Maca:Lo sé Yago, trate de irme pero el no me dejaba. Lo siento. -dije bajando mi mirada hacia en césped. Deje de moverme en el columpio-

Cuando hoy había terminado el colegio trate de venirme acá al parque, donde Yago dijo que quería verme. Desgraciadamente José no estaba dispuesto a que me fuera, se esforzaba por no dejarme ir. Y al parecer mi mejor amigo llevaba más de media hora esperándome. Él está molesto y yo me siento culpable.

Yago:Justo para eso te cité aquí. -dijo, mientras se levantaba del césped para quedar frente mío- Levántate. -hice caso a su orden y me para del columpio- Macarena, escucha muy bien todo lo que voy a decir, ya que no estoy dispuesto a repetirlo. Bien. -suspiro antes de comenzar- Te quiero. ¿Sí? Te quiero Macarena, y ya me cansé de los «¿Me perdonas?» «En serio, no quería hacerlo» «Lo siento» Ya me arte. Odio estar peleado contigo por idioteces. Tanto, que llegué a comprar un estúpido libro sobre >Amigos y los problemas< que no me ayudó en nada.

Se supone que somos los mejores amigos, ¿no?. Pues hay que actuar como unos. Ya no me importa sí estas con José, sí me gritas, o lo que sea. Ya no quiero esto. -yo quedé sorprendida por las palabras, ni siquiera me di cuenta cuando Yago me abrazo-

Nos quedamos juntos unos minutos, después él se separó un poco y me miro a los ojos, y entonces... Se inclino hacia adelante y junto sus labios con los míos...

Sí, después de tanto tiempo de peleas, gritos, abrazos, cumplidos, confesiones, sonrisas, algunas que otras lágrimas... Yago por fin me había besado.

Lo peor de todo es no saber que pasará cuando nos salgamos de este beso, y yo, tenga que hablar...
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